Un satélite artificial es una nave espacial fabricada en la Tierra o en otro lugar del espacio y enviada en un vehículo de lanzamiento, un tipo de cohete que envía una carga útil al espacio exterior. Los satélites artificiales pueden orbitar alrededor de lunas u objetos naturales del espacio, cometas, asteroides, planetas, estrellas o incluso galaxias. Tras su vida útil, los satélites artificiales pueden quedar orbitando como basura espacial.
El Ariane 5 es un cohete de un solo uso diseñado para colocar satélites en órbita geoestacionaria y para enviar cargas a órbitas bajas.
Comenzó a diseñarse en 1984 por encargo de la Agencia Espacial Europea (ESA) a EADS SPACE Transportation como contratista primario, liderando un consorcio de subcontratistas. Arianespace se encarga de la gestión de las misiones y la comercialización, como parte del programa Ariane. EADS SPACE Transportation construye los cohetes en Europa y Arianespace los lanza desde el centro espacial de Kourou, en la Guyana Francesa.
Es el sucesor del Ariane 4, pero no es un derivado directo. Su desarrollo llevó 10 años y costó 6 mil millones de euros.1 El objetivo inicial del Ariane 5 era servir como lanzadera del minitransbordador Hermes. Cuando la ESA canceló el proyecto Hermes, el cohete se destinó a cumplir misiones puramente comerciales.